jueves, 22 de mayo de 2008

¡Salve, oh hermosa hueva!

¡Hola a todos de nuevo! Después de haberme tomado un largo descanso con el pretexto del día del maestro -sí, puesto que me agarré el puente desde el martes de la semana pasada- regreso a platicar con ustedes sobre algunas inquietudes. Como dirían los compañeros de Atomix, espero que no se "incordien" por la falta de post de la semana pasada.

Para los que no lo saben, trabajo como profesor de Español en una secundaria y, pese a lo que algunos puedan imaginar, debo decir que el trabajo me fascina: impartir a niños una materia que puede resultar árida y hacerla divertida es una labor muchas veces titánica. ¿Por qué les cuento este choro? Bueno, pues por una sencilla y difícil pregunta que me he planteado desde que comencé a laborar como docente:

¿Qué se puede hacer para acercar a los niños a la Literatura?

¡Changos simios y gorilas, que pregunta tan difícil de responder! No manches, eso es algo imposible de realizar pues...¡¿a quién le gusta leer?! No me jodas, ¡qué hueva! Profesor, pero, para qué leemos...

Prefiero pasar mi tiempo libre jugando videojuegos.

Ahora sí, ¡en la torre! ¡La frase me cayó como cubetada de agua helada! ¿Cómo puedo responder ante eso si yo mismo soy un gamer que invierte algunas horas diarias en jugar? Lo que hice fue respirar hondo y que no me dominara el pánico. Respondí: "Muy bien pero, ¿por qué te gustan los videojuegos?" Mi alumno entonces dijo algo que me brindó esperanza: "Pues es que muchos de ellos tienen muy buenas historias y me gustan los personajes que aparecen y bueno... no sé, otras cosas más... me hacen que me emocione y eso...". ¡Un rayo de luz en la oscuridad! Una hora después comencé a platicar con mi alumno en el recreo y pude comentarle que uno de los objetivos de la Literatura era ese: brindarnos narraciones de distintos tipos para disfrutarlas. Él, extrañado, me contestó que sí lo sabía pero que el problema es que las historias que veía en sus juegos se le hacían más atractivas que las que les hacían leer en la escuela.

El principal problema que veo en este asunto es que, efectivamente, muchas veces las lecturas que se ven en clase no son del agrado de los niños. ¿Cómo poder elegir un texto que sea del agrado de treinta alumnos? Es sumamente difícil, puesto que estás lidiando con un buen número de cabezas y opiniones. Sin embargo, muchos autores de literatura infantil y juvenil (cualquier cosa que esto sea) se han dado a la tarea de escribir temas que traten temas que, según ellos, son atractivos desde la óptica de los niños.

Uno de los libros que más me ha llamado la atención es Siete habitaciones a oscuras, una recopilación de cuentos en cuya contraportada se lee:

Este libro reúne siete historias que se abren, como las puertas de una casa lúgubre, par anarrar el misterio de un videojuego; unas vacaciones desconcertantes en la playa; el encierro en un edificio abandonado; el tener que cuidar a un tenebroso viejo que está a punto de morir; la lucha por rescatar a un bebé del limbo; el asedio de seres extraños y la invasión de insectos molestos. Sé valiente y atrévete a leer estas escalofriantes narraciones de terror.

Bien, ya tenemos el libro y suena bien, ¡incluso hay un cuento sobre un videojuego! Sin embargo, ¿será esto suficiente para convencer a un niño de que apague su consola y tome el libro? No lo creo, la labor es más complicada que eso. Sin embargo el hecho de que existan historias con estas temáticas ayuda. ¡Atención mis estimados lectores, pues no estoy diciendo que toda la literatura para niños deba ser así! No obstante, creo que el hecho de que los profesores traten de averiguar los gustos e inquietudes de sus alumnos podría ayudarlos a encontrar las obras que los inicien en el gusto por la lectura.

Sí, es muy padre platicar con tus alumnos sobre Resident Evil o Final Fantasy, pero tal vez, sólo tal vez, si les contamos que hay libros que causan terror o que los transportan a mundos fantásticos se animarían a leer a Lovecraft, King, Tolkien o Lieber.

La mayor motivación que puedes tener para realizar esta tarea es saber que un día podrías ver la sonrisa de satisfacción en la boca de los niños cuando te comenten un libro.





4 comentarios:

----------------- dijo...

Lovecraft? a este deberían de poenrnos a leerlo desde la primaria,,, pero soy demasiado extremo,,, la cultura viene desde la cuna,,si el chamaco ve mucha televisión, no leera, y si lle mucho, leerá mucho,,, parece tan fácil de decir que hasta yo me soprendo,,, pero tienes ra´zon: leer es una labor única que no todos estamos dispuestos a hacer (no eh ni emepzado a leer un libroe ste año,,,que chafa soy,,,je) ,,, ahora, que el chamaco diga que se le ahce más atractiva me parec enromal, porque por desgracia, es cierto: mientras más pequeño, más te apantalla lo que brilla y hace ruiditos,,, y sin un educador que les muestre esa otra cara, donde un libro no es un pedazo de mucho appel con letras pintadas, sino un vortex multidimensional, será dificl que agarren un libro,,,o que lean más alla de Rowling (en serio: hay vida depsués de harry el puter),,, esos i: NUNCA DE LOS NUNCA, los inicien en al lectura poniéndoles primero la película y luego el libro,,, comprobado por mi que eso no 'junciona': el chamaco ya lo vio, ¿por que querría imaginarlo?... la magia del cine jamá ssuperara a la de la literatura en ela mbito iamginativo,,, pero para que el niño vea la diferencia tomará tiempo,,, y esfuerzo,,, asi que GOOD LUCK

P.D.: tampoco estoy diciendo que los niños sean tontos,,, son demasiado listos,,, y por ello tambien puede ser que no queiran leer un libro porque solo el senseñara algo que noq ueiren aprender, pero esa teoria es muy radical y mejor no la tratamos,,, je =P

Ivö§ân dijo...

wow!! y cumples con un buen blog, venga Borg!!!
y poco a poco, dando lucha a cambiar las cosas y ni pedo, contra todo y todos!!!
Rockealos con Lovecraft!!!!

Áyaxandro dijo...

Pues en mi muy particular caso ocurrio algo que se que a la mayoria de los chavos les pasa, "te intentan obligar a leer" y eso nunca trae nada bueno, si de por si el hecho de decir "leer" resulta a veces pesado, el que te obliguen lo hace impensable.

Tambien bastante cierto eso de que los libros que nos dejan leer resultan sin sentido y muy muy muy pero muy tedioso y requiere de mucha concentración, de ahí que prefieras jugar que leer.

Pues para terminar yo empeze a leer cuando me dejaron de intentar obligar, y como alguna vez en un muy buen libro que lei, esperar que el libro adecuado te encuentre para crearte una pasión como lo es la lectura.

Anónimo dijo...

NO ME INSPIRAN AUN TUS COMENTARIOS

Quizás también te interese...