miércoles, 16 de mayo de 2012

Ya ponte a escribir, holgazán.

¿Por qué cuesta tanto trabajo sentarse a escribir?  Hay veces que ni siquiera es la falta de creatividad ni de ideas, sino la falta de voluntad para depositar el trasero en el sillón y ponerse a trabajar.  Cuando no es la tele, el Facebook y cuando no, la simple y llana hueva.  ¿Cuál es la maldita solución?  Me pregunto si amigos como Alejandro Toledo tienen esa determinación para escribir aunque sea algunas líneas cada día.

    Carlos Fuentes comentó en varias ocasiones que se levantaba temprano y a eso de las 8 o 9 de la mañana ya estaba trabajando.  Escribía a diario, religiosamente, sin dudarlo (o al menos eso decía, pero yo le creo).

    También uno se pone pretextos: no estoy listo, me falta leer más, no tengo inspiración (lo que sea que eso signifique).  La verdad es que cada vez creo con mayor fuerza que este oficio es, efectivamente, de horas-nalga.  Ponerse a escribir, escribir y escribir; después, a corregir, corregir y corregir.

     Bueno, por lo pronto me retiro a echar un "refresquito" con mi roommie.  Ya al rato a ver qué pasa.

                   

No hay comentarios:

Quizás también te interese...